El abrigo de no-visón

Hubo muchos conjuntos de Nancy que me fascinaban cuando era niña y que nunca tuve, entre ellos figuraba en lugar preponderante el Abrigo de visón. Y es raro si se piensa, pues siempre, incluso en mi más tierna infancia, he sido consciente de que esos ostentosos abrigos estaban hechos con pieles arrancadas de forma indiferente y cruel a animales inocentes con tanto derecho a vivir como yo misma. A pesar de todo me gustaba el abrigo de marras; ¿quien podría resistirse a ese blanco abriguito, suave como un peluche, y lo más importante: hecho con piel de "mentira"?
En fin, como el abrigo de falso visón no llegaba ni pidiéndolo a los Reyes por carta certificada, mi madre, harta de oírme consiguió no sé dónde un retal de peluche blanco, y con él cosí el abriguito que luce mi Elia en esta ocasión. Aprovechando los restos del retal hice el gorrito a juego; bien escaso por cierto, pero es que el peluche ya no daba para más.

Elia lleva también un bolsito apañado en casa con una bolsita de bisutería, y unas medias de red hechas con un calcetín tobillero. Los zapatos también son caseros y el resultado de mis pobres intentos de hacer calzado para muñecas.

Un saludo muy cariñoso para l@s nuev@s seguidor@s, y por supuesto también para l@s que me visitáis habitualmente.
¡Que paséis tod@s un estupendo fin de semana!