Swingy es una de las muñecas rescatadas de mi trastero.
Más de treinta años encerrada en una caja no le sientan bien a nadie y esta muñeca no es una excepción. Ha necesitado de muchos cuidados y una pequeña reparación para recuperar su antiguo esplendor.
El mecanismo de la muñeca funcionaba perfectamente, pero, con el paso del tiempo el material con el que están hechos el cuerpo y la pieza interior del cuello se habían vuelto muy quebradizos, y en cuanto saqué a
Swingy de su encierro me quedé con la cabeza en la mano. La pieza que le da movimiento a la cabeza y que hace que esta encaje en el cuerpo tiene tres pequeñas pestañas de plástico que quedan sujetas por el reborde de la escotadura del cuello; dos de ellas estaban partidas. Mi hermano que es un manitas sustituyó las pestañas rotas por unas nuevas metálicas con lo que el problema quedaba resuelto. La dificultad vino después cuando hubo que encajar la pieza en el cuerpo de la muñeca. Como decía, el cuerpo está hecho con un material muy, muy quebradizo y además, está sellado sobre las demás piezas, por lo que con ayuda de una cuchilla muy afilada hubo que abrir la unión de los hombros para poder colocar la pieza del cuello. Como se puede ver en las fotos, aunque se hizo con todo el cuidado del mundo el plástico se astilló irremediablemente, pero, al fin se pudo colocar la pieza en su lugar correspondiente y encajar la cabeza de la muñeca. Tapé los agujeros con un poco de plástico y uní los hombros con pegamento especial para este material por lo que doy por bueno el resultado.
Dejo fotos de la pieza de marras por si a alguien le sirven como referencia.
La ropita estaba en buen estado exceptuando las braguitas que habian amarilleado de forma irrecuperable. La blusa llevaba como cierre unos pedacitos de velcro muy cutres, y los he sustituido por botones y presillas. He decir que después de lavarla el forro encogió un poco, por lo que a la hora de vestir a la niña me vi apurada, ya que es una muñeca muy rígida. Como la prenda no iba sobrehilada también hubo que recoserla a mano en su totalidad lo que contribuyó a la merma de la blusa. La falda y el foulard aguantaron muy bien el lavado y no hizo falta ningún repaso.
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Aqui se puede apreciar el destrozo del hombro y los tornillos para sujetar las nuevas pestañas de metal |
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Como se ve, las pestañas se deslizan por el borde interno del cuello para permitir el movimiento de la cabeza |
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Sesión urgente de peluqueria |
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Socorro...!! he perdido la cabeza..! |
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La ropita ya limpia y reparada |
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La parte posterior de la blusa está pensada para acceder con facilidad al interruptor de puesta en marcha |
Y eso es todo por el momento. Proximamente veremos a esta señorita hecha un pincel.