Ya estoy de vuelta después de tres meses de ausencia. El trabajo y otros asuntillos de menor cuantía me han mantenido alejada del blog. Tampoco he tenido mucho tiempo para "jugar" con las muñecas, pero bueno, ya estoy otra vez en la brecha y con muchas ganas de presentaros a los nuevos miembros de mi pequeña familia que son unos cuantos.
Aunque ya es noticia vieja esta entrada se la dedico a
Charlie, mi preciosa
Nancy Mañana de invierno muñeca que tod@s conocéis de sobra.
Y no, en esta ocasión no voy a poner a
Famosa a caer de un burro como hice el año pasado con la
Nancy Minishorts. Esta vez han acertado de pleno, o al menos a mi la niña me ha encantado. Lo mismo es que alucino, pero le veo una carita mucho más parecida a las
Nancys de los setenta que las anteriores.
He tenido la suerte de encontrarla sin defecto alguno. Ojos impecables y un pelo que es una maravilla por su hermoso color y lo bien implantado y abundante. No sé si os habreis encontrado con los problemas habituales, pero por esta vez todas las muñecas que he visto en la tienda eran perfectas.
El corte de pelo me gusta mucho, y una vez cepillado adquiere un bonito volumen y unas ondas muy graciosas.
Como decía, los ojitos son perfectos y de un azul verdoso que contrasta muy bien con el color del pelo.
Lleva los típicos pendientes dorados de bolita.
Referente a la ropita he de decir que me gusta como la han vestido.
La chaqueta de punto es preciosa y muy bien terminada. La niña viene con un
suéter de cuello alto sin mangas del mismo color que la chaqueta que le queda de cine por lo bien acoplado.
Si
he de poner alguna pega a la vestimenta sería en la confección del pantalón: los
cuadros no casan en absoluto y cada pernera los lleva a una altura
diferente. De verdad que hacen daño a la vista. Confieso ser un poco
maniática a la hora de confeccionar con telas de cuadros y rayas y me
molesta mucho ver que las piezas están cortadas de cualquier manera,
pero comprendo que es mucho pedir que en unas prendas hechas en serie se
entretengan en esos detalles. Por lo demás la ropa le sienta como un guante.
Me ha sorprendido un poco la elección de unas botas estilo country
para completar este modelo. Son graciosas y no me vienen mal, pero, si
es por pedir, tal vez me habrían gustado mucho más un par de mocasines o
unos simples zapatos de botón.
El bolsito sin ser una maravilla está bastante bien y se agradece que incluyan estos pequeños accesorios con cada muñeca.
Por lo que respecta al nombre se lo he puesto como un pequeño homenaje a la fragancia
Charlie de Revlon, que gozó de gran popularidad entre las chicas jóvenes de los años setenta.
Esta muchachita me recuerda a las preciosas chicas de los anuncios de
Charlie, siempre sonrientes, seguras de si mismas y caminando con largas y firmes zancadas.
Y nada más por hoy. Tan sólo mandar un cariñoso saludo a l@s nuev@s seguidor@s y como no, a todas las personas que a pesar de mi ausencia habéis seguido visitando este rincón y que todavía os acordáis de mi.
¡Gracias a tod@s!