La Marquesa perteneció a mi madrina hasta el verano pasado en que me la regaló. La cosa es que pasé unos días de mis vacaciones de verano en su casa, y le pedí que me dejase hacerle unas fotos a esta muñeca para publicarlas en el blog. Mi madrina sacó a la Marquesa de su vitrina y me dijo que me la podía quedar, que sabía que conmigo iba a estar muy bien y que la iba a cuidar; que la guardase como un recuerdo suyo. No necesito a la Marquesa para acordarme de mi querida madrina, pero me emocionó su gesto, ya que de su colección de muñecas esta es una de sus favoritas.
El apodo de esta linda damita de biscuit le viene por el comentario que hizo mi abuela cuando la sacaron de su caja: "¡Parece una marquesa!" -exclamó mi abuela- y con el "marquesa" se quedó.
Esta preciosa muñeca de porcelana firmada por Ramón Inglés data de la misma época que mi Niña de rosa y comparte con ella el mismo tipo de cuerpo, acabados y sistema de articulado. Por lo demás es una muñeca muy grande; mide alrededor de 60 centímetros. No he querido desvestirla porque es un poco difícil de manejar debido a su enorme tamaño y peso, pero, las características del cuerpo son idénticas a las de la Niña de rosa.
El rostro de esta pequeña tiene un acabado satinado de delicada coloración. Su expresión me recuerda a la que presentan algunas de las muñecas de Armand Marseille. Tiene unos bellos ojos grises de cristal soplado muy abiertos que parecen mirarnos con sorpresa.
Como en todas las muñecas de Ramón Inglés las pestañas están pintadas con extrema delicadeza, así como los labios.
Si en algo difieren la Niña de rosa y la Marquesa, es sobre todo en el detalle de las manos y los pies. Los dedos de las manos de esta muñeca están redondeados en las puntas y con las uñas suavemente marcadas. En este sentido el acabado de las de la Niña de rosa es mucho más sencillo y carece de este detalle.
La ropa que viste está confeccionada en terciopelo planchado y guarnecida de encajes de color marfil. El vestido lleva un doble pecherín al que he prendido un viejo camafeo de bisuteria. La falda es larga y con vuelo. Sobre el vestido luce una chaqueta amplia de color marrón chocolate del mismo tejido, rematada con encajes. Lleva una bonita capota a juego adornada con plumas.
Calza zapatillas del mismo terciopelo que el resto de su atuendo rematadas con unos lacitos, y medias de color marfil que asoman bajo unos pololos.
Bajo la capota destaca el hermoso cabello rubio miel, peinado con unos largos y brillantes tirabuzones.
Aquí podemos verla cómodamente sentada en el sofá.
Ya veis que me he despachado a gusto haciéndole fotos a la niña, pero es que es tan fotogénica y tan agradecida que sale guapa incluso con mi escaso arte para la cámara.
La Marquesa y yo os deseamos un feliz fin de semana, y mandamos un cariñoso saludo a los nuevos seguidores y a todos los que visitáis "Viva la Pepa"
¡Muchos besos!
