viernes, 13 de diciembre de 2013

Mi casa de muñecas

Vista general.
Tenía seis años cuando vi una casa de muñecas por primera vez. Me pareció imposible que pudiera existir algo tan bonito, delicado y caprichoso.
La casita estaba en el desván de una casa de verano en la que mis tios trabajaban de guardeses, y que había que preparar para la llegada de sus dueños en la época de las vacaciones. Mi tía nos dejaba a mis primas y a mi que la acompañaramos mientras limpiaba y ponía en orden la casa. Huelga decír que lo pasabamos divinamente metiéndonos por todos los rincones, y así fue como llegamos al desván, subiendo por una estrecha escalera de caracol. Daba un poco de miedo, ya que la madera crujía de forma sospechosa bajo nuestros no muy cuidadosos pasos. Tengo un recuerdo imborrable de ese día.
Muchos años después, y ya adulta, pude tener mi propia casita hecha por mi, que es esta.
No es la más bonita que he hecho, pero, si, la única que me pertenece, y la primera que hice, por eso le tengo mucho cariño. Supuso un año completo de trabajo, pero solo por lo que disfruté, valió la pena el esfuerzo.

Vista lateral.

Detalle de la puerta de entrada.

El interior.

Iré subiendo más fotos con detalles del interior poco a poco.


4 comentarios:

  1. Wow, cuanto trabajo y qué maravilla de casa!!! yo también soñaba con una casa de muñecas cuando era peque!
    Besos

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    1. Hola, Rosana!
      Si, es mucho trabajo, pero compensa cada minuto que se emplea.
      Me alegra que te guste.
      Un abrazo!

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  2. Tabhita, me encanta, yo siempre he soñado con tener una, y si no la tengo es por la falta de espacio, pero no desespero y si con los años mis hijos pueden permitirse independizarse poder colocarla en el sitio que me dejen libre. La tuya es preciosa, y estoy deseando que nos la enseñes con más detalle.

    Muy bonita también la historia de la primera casita que viste en aquella finca. Me parece una experiencia muy mágica para una niña.

    Muchos besos, que hacía tiempo que no pasaba por aquí, me escasean las horas, ains...

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    1. Andamos todos igual con el tiempo, hermosa; yo misma voy siempre a matacaballo por la vida :(
      Si que fue un momento mágico y que recuerdo como envuelto en una atmósfera algo irreal. La casita aquella me pareció un sueño, y eso que la pobre había conocido mejores tiempos, pero todos aquellos pequeños objetos me dejaron con la boca abierta. Y es que la niñez tiene esa capacidad de asombro y maravilla que pocos afortunados conservan al llegar a la edad adulta. Quien pudiera volver a vivir instantes como esos...
      A poco que puedas te recomiendo que te animes tú también. Es un trabajo muy gratificante ver como de tus manos va saliendo todo un mundo en miniatura.
      Gracias por la visita y un abrazo grande para ti.

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